sábado, 27 de diciembre de 2008

SOBRE LA TIERRA

( I )



Cavaste la tierra
tan profunda,

tan hondo
te mordiste

que la sangre lentamente brotó

y goteó
tierra.



( II )


Abriste sus venas
y enrojecieron los sueños

sobre su faz

sepultaste los cuerpos
de tus muertos secretos.



( III )


Llorando
levantaste la victima
entre tus brazos,

sobre la espantosa tierra
en la que te sentías culpable,

arrojaste esperma
en la oscuridad
y te preñó
la noche.



( IV )


Bajo su sombra
se extiende una tierra
hecha para el olvido,

hecha de vértigo,

donde los pies reposan
sobre un mundo
cerrado de párpados.



( V )


En esa vieja cepa
tan enraizada en la tierra
se concentra todas las edades,

en ese enjambre de sarmientos
seco de lágrimas
hay un sentir,

que se amamanta
de esos brotes estivales
para sorpresa de sus ojos,

precisos instantes que se enredan
en flirteos de verdes esperanzas.



( VI )


Exprimiste la tierra de tus raíces
entre los hijos de los hombres
anudando el peso del corazón
a algún canto efímero de sirena,

el azul que tanto amaste
se sacrificó
sobre la losa del altar del sueño

y en ese atrio de corderos
desnudo y cansado

esperas
la resurrección del verbo,

que sacie esa hambre anciana
y que deje de graznar esa amargura
cosida a las sandalias de la desesperación ...

Pero el verbo no se hizo carne,

y los días se descuelgan de las ventanas
arrojando cuerpos vacíos.



DE OTRA TIERRA



Soy de otra tierra
cuyo verbo
el cielo ignora,

caí sobre el pretérito de blancos telares
dibujando fieras huérfanas
sobre el vaivén de las olas.

Creo que así fue,

cansado de vagar
de buscar verbos a precio de saldo,

de que en mí brille
aquello que ignoro.

Sentí necesidad de coserme a la tierra
de anudarme a unos brazos hospitalarios,

sentí necesidad de tierra.


( Que permanezca cerrada bajo llave.)



P.D.


( Hace tiempo
que se oyó
el último estruendo ... )


Los poros de la tierra
gotean silaba a silaba
la miel de la vida

reencontrando
esa amplia mirada

sobre el horizonte.